En el último Consejo de Ministros, además de decidir mediante el sofisticado método de hacer lanzar a un chimpancé amaestrado un dardo a un calendario, quienes tienen derecho al cheque-parado o darle una alegría al amiguito Roures con la TDT de pago, se sospecha que se tomaron otro tipo de importantes decisiones.
No cuesta imaginar a los miembros y miembras del ¿Gobierno? todavía con arena playera entre los dedos de los pies, ataviados con bermudas y coloridos pareos, deseando acabar rápidamente para poder volver a sus retiros vacacionales, jugándose a los chinos a quién le tocaba quedarse de plantón, Y le tocó a Pepiño.
Uno podría pensar que el Sr. Blanco, ya sea por alguna disfunción en la glándula pineal o problemas derivados de sus mofletes, no necesita ningún estímulo para ponerse a lanzar soflamas llamando al pueblo soberano a perseguir armados con horcas y teas encendidas a cualquier ricacho que se les ponga por delante. Pero nos da en la nariz que ante el panorama dibujado por la encargada del departamento de la mortadela, Sra. Salgado, y su solemne afirmación de que “estamos más tiesos que la mojama; hemos destripado todos los sofás del Ministerio y... nada, sólo había calderilla”, el ente antes conocido como Zapatero habrá encargado al ilustre gallego que lance a diestro y siniestro globos de todas las formas y colores (esféricos, ovalados, salchicheros, etc.) y ver por donde respira la ciudadania ciudadana.
Para calentar motores (ya lo hemos mencionado) habló de colgar por los pies a los ricos y sacudirlos para ver lo que cae de los bolsillos, lo cual vende mucho sin duda y hace salivar de satisfacción a más de uno. Pero, ¡ay!, se le olvidó precisar que es lo que esta panda entiende por ricos. ¿Aquellos que encienden puros con billetes de 50 euros? ¿es rica Leire Pajín? o, visto como está la cosa, ¿son ricos aquellos a los que Corbacho aún no ha conseguido mandar a la puta calle? Y puestos a subirles los impuestos ¿cuál de ellos? ¿el IRPF? Pues seguro que los ricos-ricos se descojonan de risa.
Un día después, y sin querer, nos ofreció una pista. Ahora son los felones funcionarios los que pasan por delante de la mira telescópica de su rifle de agitación y propaganda, pero no tuvo güitos para hablar de congelación salarial y utilizó el eufemismo de contención. ¡Mierda! durante los buenos años del desmadre financiero y con todo el mundo de francachela nosotros contenidos un año sí y otro también. Y ahora que toca recoger los restos de la fiesta ¡hala! al frigorífico. Oiga ¡QUE YO NO ESTUVE EN LA FIESTORRA!
"Sí el Barcenas o el bigotes fueran norteamericanos ya estarían vestidos con monos anaranjados e intentando proteger sus culos de las cariñosas atenciones de algún inmenso negro de esos que pueblan las prisiones federales" 
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