lunes, 25 de noviembre de 2019

Nuevas herramientas tecnológicas.


GABINETE DE COMUNICACIÓN:

Justicia lanza tres nuevas herramientas tecnológicas para un funcionamiento más ágil y eficiente de juzgados y fiscalías.
     Se trata de una aplicación para el cálculo automático de acumulación de condenas, un sistema para la textualización de las vistas judiciales y una aplicación de firma digital manuscrita.


     Vaya, parece que cada vez, para alegría de unos y espanto de otros, la Navidad se adelanta más en el calendario y en el Ministerio se adhieren con entusiasmo al espíritu tontorrón propio de estas señaladas fechas

     Dejando a un lado la opinión que a los miembros de esta redacción les sugiere el derroche luminotécnico consistorial y el baboseo almibarado que ya empieza a perturbar nuestras ascéticas vidas, pasemos sin dilación a un análisis de los artilugios cibernéticos anunciados urbi et orbi.

      La calculadora 988. ¡Rayos! Así al pronto, el nombrecito para los aficionados a los relatos de ciencia ficción de los años cincuenta y sesenta puede resultar ciertamente inquietante; un sensato chisme de inteligencia artificial al que, en un momento dado, se le  cruzan las válvulas, los transistores, los relés o una tripa electrónica y se transforma en un chiflado exterminador. 

    Veamos que dice el Ministerio en su nota: "..la Calculadora 988, que calcula las condenas en casos de acumulación de sentencias y muestra la combinación más favorable para el reo entre todas las posibilidades. Esta herramienta utiliza un algoritmo definido por la Fiscalía del Tribunal Supremo a partir del marco legal establecido en el artículo 988 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.." 

     ¡Hay que cucos! de ahí sale el nombre, del artículo de la Lecrim. Sigue diciendo que su uso reducirá a unos segundos los cálculos "...que en algunos casos, se emplean actualmente hasta varias jornadas." Si bien estamos orgullosos de nuestra capacidad para teclear y al mismo tiempo sujetar elegantemente con el hombro el auricular del teléfono junto al pabellón auditivo o de estar al tanto de los fenómenos paranormales de las cláusulas abusivas, hemos de reconocer humildemente  que nuestra sapiencia del proceloso mundillo de los reos es similar al que tenemos del arte yoruba en el Bajo Niger durante el siglo V. Sin embargo, si tal menester refundidor pude suponer varias jornadas, nos hace presuponer que los beneficiarios del ábaco calculeitor nine hundred eighty-eight estarán contentísimo de olvidarse del cálculo infinitesimal, los logaritmos neperianos y las cuentas de la vieja.

      Sistema  de generación automática de documentos de texto a partir de las grabaciones. El uso de este sistema promete un buen montón de risas con el resultado que se obtenga. ¿Quién no se ha peleado telefónicamente alguna vez con esa señorita sintética que nos regaña y se empeña en que repitamos nuestro DNI, el nombre o el tipo de grupo sanguíneo? Somos de la opinión que es imprescindible para su eficacia dictar una serie de normas complementarias de obligado cumplimento en vistas y comparecencia, tales que no hablar con un huevo duro en la boca o mientras se intenta deglutir un polvorón.

     Aplicación de firma digital manuscrita para recoger la rúbrica de los ciudadanos.   Como todos estamos habituados a utilizar este método cada vez que ordeñamos la tarjeta de crédito o recogemos un paquete, no nos extenderemos sobre el asunto. Hasta el puesto de castañas que hay debajo de mi casa tiene un aparatejo con pantalla LCD para capturar firmas.  Ciertamente esto evitará frecuentes excursiones hasta el otro extremo de la oficina para escanear el acta o diligencia firmada manualmente, pero el que suscribe ya se ocupó en su momento de desplegar sus dotes de gran seductor con la moza instaladora para que colocara un escaner bien pegadito al escritorio y tenerlo al alcance sin necesidad de levantar el trasero de la silla.

     Por último el Ministerio informa que  "impartirá formación y soporte técnico a los usuarios de estas nuevas herramientas para su correcta utilización".  Desde esta redacción dejamos interesado que la formación se imparta conjuntamente con una nueva edición del curso de mindfulness recientemente realizado y que nos hemos perdido; quien sabe si alcanzando un estado de conciencia brutal aumentará nuestra materia gris y seremos capaces de controlar las aplicaciones moviendo las cejas o con un sensual contoneo de caderas.

         

domingo, 17 de noviembre de 2019

¿Terapias o pseudoterapias?



     Andaba un servidor esta mañana en épica y pugilística lucha con Lexnet, al tiempo que suplicaba a la plataforma de firmas que no me abandonara, rogaba a San Apapurcio, despellejado y mártir,  que la aplicación de subastas judiciales  no me expulsara por estar diez segundos sin teclear datos,  imploraba a la plataforma de apoderamientos electrónicos que se abriera como el mar ante Moisés,  atendía por teléfono a un pelmazo e indudable candidato a capacidad modificada, el escaner se atascaba,  la impresora olía a rebanada de pan chamuscado...  cuando un pliego de papel, tal que la hoja que se desprende de un esbelto algarrobo en otoño,  descendió suavemente sobre el escritorio.

  "El Sindicato ... informa...."  Naturalmente era la periódica visita del liberado sindical para justificar su propia existencia.

     Entenderán que, hallándome en plena vorágine tramitadora,  no prestara excesiva atención cuando se plantó en medio de la oficina y desplegó su oratoria de Cicerón vendeburras. Sin embargo, entre convocatorias de concurso, lo cabronazos que son en el ministerio,  masas salariales, días libres y demás farfulla unas palabras me zarandearon el hipocampo, atravesaron el sistema límbico, se dieron  una vuelta por el hipotálamó y se incrustaron en el cerebelo: ¡CURSOS DE FORMACIÓN!

    "Cuidado de colodrillo y prevención del síndrome del espinazo vertebral contuso", "Yo, tu coxis",  "El PDF, nacimiento, desarrollo y reproducción", "Minutas de S.Sª en post it , uso de psicotrópicos  y su interpretación; concomitancias con la escritura cuneiforme sumeria",  "El reguetón y la problemática de su incardinación en los vigentes tipos penales"... perdonarán que me dejara llevar por la pasión y anhelara que el Ministerio ofreciera cursos de tal enjundia. 

      Pues no. Se trata de un curso de una semana de duración de mindfulness. ¿Mindfulness?...  ¿Que narices es el mindfulness? En principio la palabreja me sonaba a alguna actividad modernaza que se practica en los gimnasios,  versión actualizada de las mazmorras de la Santa Inquisición y sus instrumentos de tortura, con olor a lilimento y gente en pijama o medio en cueros  cantando jotas a grito pelado mientras se pedalea y se brinca en una bicicleta estática hasta dejar el chakra hecho cisco, saltando a la comba o haciendo el burro en general; todo ello mientras atruena en los altavoces el chunda chunda  más petardo y cochambroso del Hit Parade nacional e internacional. Bueno, todas esas cosas me las han contado porque no he pisado jamás semejante establecimiento y, puestos a sudar la gota gorda, con leer la prensa diaria y subir cuestas me basta.

   El mindfulness es una técnica de relajación que nos enseña a tomar conciencia plena de nuestras emociones con el fin de eliminar la frustración o ansiedad que produce el no poder cambiar ciertas situaciones, me tranquilizan. ¡Humm! esto ya lo hacía hace años, básicamente fumando porros y escuchando blues, así que pierdo interés en el asunto y decido que prefiero analizarme somatoemocionalmente por mi cuenta.

   Pues nada, otra vez será; quizás en la próxima convocatoria ofrezcan cursos, a mí juicio,  más útiles y de eficacia probada científicamente, tales que los cristales de cuarzo,  la terapia floral de California, la caballoterapia, la medicina de los mapuches, la terapia de renovación de memoria celular, el yoga de polaridad, el aura soma, el método de orientación corporal Kidoc, el masaje metamórfico y, sobre todo y este seguro que no me lo pierdo, la hidroterapia de colon.

    Namasté.
       
  

     

 


martes, 5 de noviembre de 2019

AL JUTJAT D’INSTRUCCIÓ DE GUÀRDIA


   ¡Huy que nervios!

   Por radio macuto nos llega la nueva que entre los ciudadants que hacen cola delante del juzgado de guardia se encuentra el Molt Honorable Senyor President de la Generalitat de Catalunya.

   Como en la canción me asomo a la ventana... pero no veo a la chica de ayer sino a un Torra muy serio y disciplinadito firmando autógrafos y haciéndose selfies con los jubilados que esperan turno para entregar el formulario de autoincupación, última gansada que se les ha ocurrido a los guionistas del proces.

   Ante el notición,  advierto que la Montse le espeta a una  señora que está pendiente de la concesión de una orden de protección  que no sea tan pesada y que se vaya a tomar un café con churros, que la cosa va para largo. "¡Me lo pido... me lo pido!..."  grita mientras sale pitando para el registro.

   No es de extrañar. Su  escritorio y aledaños es como un bazar chino; tazas, calendario, alfonbrilla de ratón, quitagrapas, cajita imantada para los clips, fasteners, carpetillas como las que regalaba el Super Pop pero con la foto de Lluis Llac en vez de la de Miguel Bosé o Camilo Sesto... todo decorado con la imaginería indepe que se les ocurra. En la paredes y archivadores, nada de posters de gatitos como manda la tradición, sino lazos y más lazos.

   Teniendo en cuenta que es una dama otoñal, la zozobra de cruzar unas palabras con el paladín gamberro de la Republiqueta y que tengo monitorizadas sus rutinas, deduzco que previamente ha alcanzar el valhalla visitará los servicios para aliviar la vejiga, amén de rociarse un bote enterito de laca en la melenaza. Acierto de pleno; mientras micciona sonoramente y contribuye a aumentar el agujero de la capa de ozono, obstruyo la puerta con el armario donde se custodian los apud acta del último mes.

    No me juzguen con severidad; llevo años aguantando a esta talibán sin barba de chivo, aunque con algo de pelusilla en el belfo, y estoy hasta  las trompas de falopio y de las de eustaquio de aguantar sus monsergas.

  Me planto en un santiamén en el registro.  Le digo al Joan que vengo a sustituirle antes que sufra un calambre metacarpiano de poner tanto sello de entrada. ¡Justo a tiempo! El primero de la fila es el Molt Honorable Torra. Pongo en práctica lo aprendido en los últimos cursos realizados: desarrollo de las habilidades sociales en la atención al público, manejo de las emociones en el trabajo y mindfulness.

  Namasté, le digo. Noto un cierto desconcierto en su mirada y antes de que se recupere pongo cara de displicente funcionaria-seta-de-toda-la-vida y le pido (así con todas las letras) el documental nacional de identidad; vistazo rápido al documento y ¡CATAPLÚN!... sello fechador al canto... ¡EL SEGÜENT!, grito entusiasmada.

  ¡Jódete Montse!

   La Chusa, desde el Jutjat d´instrucció de guárdia.


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    ¿Tiene Vd. problemas para sortear algún simpático y gozoso corte de carreteras? ¿Sospechan en su Jutjat que no comulga con el proces?

   No sea merluzo y prevéngase contra las maledicencias.

     ¡RECORTE SU FOTO DE CARNET Y PÉGUELA EN EL ESPACIO BLANCO!

    Y exhíbalas sin pudor. Éxito garantizado.



Modelo "institucional"



Modelo "mocito rebelde"








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